La mesa presidencial de tu boda es uno de los puntos que centra muchas de las miradas durante el banquete. Por tradición, suele estar ocupada por los novios y sus familiares más cercanos, pero hoy en día cada pareja busca hacerla a su manera, y lo cierto es que hay muchas formas de organizarla sin perder el encanto ni la coherencia con el resto de la celebración.
En este post queremos darte algunas ideas y ayudarte a decidir cómo organizar la mesa presidencial para que os sintáis cómodos, bien acompañados y refleje vuestra forma de ser.
La opción más tradicional: la mesa presidencial de tu boda con padres y hermanos
La mesa presidencial de boda clásica suele estar formada por los novios, los padres de cada uno y, en ocasiones, algún hermano o hermana. Es una opción bastante habitual cuando la relación familiar es cercana y los novios queréis compartir ese momento con ellos.
Ventajas:
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Mantenéis el protocolo tradicional.
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Os permite tener a los padres cerca en un momento muy especial.
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Transmite unidad familiar y cercanía a todos los invitados.
¿Para quién encaja?
Para las parejas que buscáis una celebración tradicional o hacer un pequeño homenaje a los padres compartiendo mesa con ellos.
Novios solos en la mesa presidencial
Cada vez es más habitual ver a los novios sentados solos en su propia mesa, colocada en una posición central o destacada, con vistas a todos los invitados.
Ventajas:
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Os permite disfrutar del banquete con más intimidad.
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Favorece la movilidad: podéis levantaros fácilmente para saludar, bailar o hacer fotos sin molestar a nadie.
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Evita conflictos familiares si la relación con alguno de los padres es más distante.
¿Para quién encaja?
Para parejas que quieren tener su momento, evitar formalidades o que simplemente prefieren una mesa más pequeña y recogida. Además, permite que los invitados se acerquen a saludar en cualquier momento o que vosotros os levantéis siempre que queráis sin dejar solos a vuestros padres en la mesa.
Compartir mesa con amigos muy cercanos
Otra opción divertida y cada vez más vista en bodas menos formales es que los novios compartáis mesa de boda con vuestros mejores amigos, especialmente si han formado parte activa de la organización o si la relación es casi familiar.
Ventajas:
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La mesa se convierte en un espacio de risas, anécdotas y naturalidad.
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Rompe con el protocolo clásico y le da un aire más relajado al banquete.
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Puede ser una forma de equilibrar si hay diferencias familiares o ausencias.
¿Para quién encaja?
Para novios con grupos de amigos muy unidos, que quieren celebrar con ellos como si estuvieran en una cena de toda la vida… pero más especial.
Mesa presidencial con los hijos
En bodas donde la pareja ya tiene hijos, muchas veces se opta por sentarse junto a ellos en la mesa presidencial. Es una forma bonita y simbólica de reflejar la unidad de la familia.
Ventajas:
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Los niños se sienten protagonistas y parte activa del momento.
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Da un toque muy personal y familiar al banquete.
¿Para quién encaja?
Para familias ya formadas que quieren que sus hijos estén presentes en cada momento importante de la boda.
Ir rotando por las mesas durante el banquete
Y si no os convence ninguna de las opciones anteriores, siempre podéis hacer algo diferente: no tener una mesa presidencial fija y pasar el banquete rotando entre distintas mesas. Esta alternativa, algo más informal, permite que compartáis un rato con distintos grupos de invitados.
Ventajas:
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Os permite pasar más tiempo con más personas.
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Es ideal para bodas íntimas, con pocos invitados y ambiente cercano.
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Evita tener que decidir con quién sentaros «sí o sí».
¿Para quién encaja?
Para parejas que quieren una boda muy dinámica, cercana y con una estructura menos rígida. Eso sí, es importante coordinarlo con el restaurante para que os sirvan en cada mesa correctamente.
¿Cómo elegir la opción ideal para vosotros?
No hay una única forma correcta de organizar la mesa presidencial. Lo importante es que refleje vuestra personalidad, vuestra historia y lo que os apetece hacer ese día. Aquí van algunos consejos para decidir:
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Pensad en quién os apetece tener cerca durante la comida o cena.
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Tenéis derecho a no seguir el protocolo si no encaja con vosotros.
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Hablad con el restaurante para ver qué disposiciones son posibles según el espacio y la distribución de las mesas.
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Buscad una opción que os haga sentir cómodos, no que complazca a todos.
Si necesitáis ayuda para organizarlo, recordad que en Restaurante Montecristo contamos con un equipo de profesionales que organiza bodas todas las semanas del año y que pueden asesoraros para encontrar la formula que mejor se adapte a vuestro estilo y necesidades. No te preocupes, conseguirás la mesa presidencial de tu boda perfecta.