El primer baile nupcial es uno de los momentos más emotivos de la boda. Ese instante en el que la pareja se encuentra en el centro de la pista, rodeada de familiares y amigos, compartiendo una canción que, de alguna manera, habla de ellos. Pero aunque el resultado final suele parecer mágico, lo cierto es que muchas parejas se sienten algo perdidas cuando llega el momento de prepararlo. ¿Qué canción elegir? ¿Qué tipo de baile hacer? ¿Y si a uno no le gusta bailar? En este post queremos acompañarte para que encuentres la forma más bonita, sencilla y personal de vivir ese momento.
¿Cómo elegir la canción para el baile nupcial?
Elegir la canción perfecta es más sencillo de lo que parece. En lugar de buscar una canción que pueda gustar a todos, escoged una con la que os sintáis identificados. Puede ser una canción que os recuerde a algún momento especial, un tema con una letra importante para vosotros, una versión tranquila de alguna banda que os guste o simplemente una que os emocione sin más.
A veces uno de los dos lo tiene clarísimo y el otro no tanto. En esos casos, lo mejor es sentarse, escuchar algunas propuestas y dejarse llevar por las sensaciones. La canción no tiene que ser lenta ni clásica: lo importante es que os encaje a vosotros. Hay parejas que se decantan por canciones clásicas y otras que se lanzan a temas divertidos, con una entrada inesperada o incluso con un giro de estilo a mitad del baile.
¿Qué tipo de baile elijo?
Una vez elegida la canción, llega la hora de decidir cómo queréis bailarla. Si os gusta bailar o tenéis experiencia, quizá os apetezca montar una coreografía más elaborada. Pero si eso os pone nerviosos, también podéis optar por algo sencillo, íntimo y sin complicaciones. De hecho, muchas parejas se limitan a abrazarse y dejarse llevar por la música, y el resultado es igual de especial (o más) que cualquier coreografía más ensayada.
Si os animáis, hay escuelas que ofrecen clases para novios. Incluso con solo un par de sesiones podéis ganar confianza y aprender algunos movimientos básicos que os hagan sentir más cómodos ese día. No se trata de hacerlo perfecto, sino de disfrutar del momento.
También podéis improvisar y dejar que el momento fluya. Hay quienes hacen un primer baile breve y luego invitan a sus seres queridos a unirse enseguida. Así el momento no se alarga demasiado y se convierte en una forma natural de dar paso a la fiesta.
¿Y si no me gusta bailar?
A mucha gente no le gusta bailar y piensan en este momento como una auténtica pesadilla. En muchas parejas hay una parte que adora pasar horas bailando y el otro lo evita siempre que puede. En ese caso, es importante hablarlo con tiempo y buscar una fórmula que os haga sentir cómodos a los dos.
Podéis hacer un baile muy corto, apenas unos segundos. O empezar bailando y luego dar paso a vuestros padres, hermanos o amigos. Incluso podéis sustituir el baile por una canción dedicada, un vídeo o cualquier otro gesto que tenga sentido para vosotros. La clave es que ese momento simbolice algo importante para la pareja, no que cumpla con una obligación o que una de las dos partes lo pase mal.
¿En qué momento de la boda se hace?
Lo más habitual es hacer el baile justo después del banquete, como inicio oficial de la fiesta. En ese momento, los invitados están relajados, contentos, y deseando que empiece la parte más animada del día. Sin embargo, no hay una única forma correcta de hacerlo.
Algunas parejas prefieren hacerlo tras el corte de la tarta, otras justo antes de abrir la barra libre, y hay quienes lo adelantan para tenerlo “hecho” y quitarse los nervios. Lo importante es que escojáis el momento que mejor encaje con el ritmo de vuestra boda.
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Consejos prácticos para que todo salga redondo
Una buena idea es ensayar con el calzado que llevaréis ese día o, al menos, con uno similar. Si el vestido tiene cola o mucho volumen, conviene que probéis algunos movimientos para ver cómo os sentís. También es útil marcar con el DJ o el grupo en directo en qué minuto exacto queréis que empiece la canción, si queréis fundido o entrada directa, si hay alguna pausa o cambio de ritmo… todos esos pequeños detalles ayudan a que todo fluya mejor.
Y, sobre todo, recordad esto: nadie espera que bailéis como profesionales. Vuestros invitados solo quieren veros felices, emocionados y disfrutando. Si os reís, os equivocáis o improvisáis sobre la marcha, será igual de bonito. Lo importante es que viváis al baile nupcial como algo vuestro, sin presiones ni expectativas ajenas.
Así que respirad, elegid una canción que os remueva por dentro y preparaos para vivir uno de los recuerdos más íntimos y bonitos de toda la boda.
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