Estos últimos años se ha puesto de moda una nueva tendencia a la hora de celebrar una boda que hemos empezado a ver en el restaurante: separar la ceremonia y el banquete en dos días diferentes. Una opción que parecía poco habitual hace tiempo, ha ido ganando popularidad estos últimos años porque permite que las parejas disfruten de cada momento sin prisas, sin encorsetamientos y con una atención especial a los detalles en cada parte de la boda.
¿Tiene sentido casarse un día y celebrar el banquete al siguiente? Tiene todo el sentido que quiera darle la pareja y parece una forma fantástica de vivirlo todo de forma más relajada, más consciente y con el foco puesto en lo que realmente importa: compartir con las personas que quieres una celebración hecha a vuestra medida.
Una ceremonia íntima para el “sí, quiero”
El primer día se reserva habitualmente para la ceremonia, ya sea civil, religiosa o simbólica. muchas parejas prefieren convertir este momento en algo mucho más íntimo, relajado y personal al que solo acude la familia más cercana y un par de amigos. Se trata de poder centrarse en lo importante: los votos, las emociones y la presencia de quienes tienen un papel especial en vuestras vidas.
Cuando no hay que correr para llegar al banquete, os lo podéis tomar con más calma y se disfruta más de todo. Incluso podéis pensar en una ropa que se adapte mejor a ese momento: un vestido más sencillo, un traje más cómodo, o incluso un cambio total de estilo para distinguir ambas partes de la celebración.
Ventajas de separar la ceremonia del banquete
-
Vivís cada momento con más calma.
-
Podéis descansar y relajaros antes del banquete.
-
Se evitan los nervios del “todo en un día”.
-
Hay más margen para personalizar cada parte.
-
Los invitados que vienen de lejos agradecen tener algo más de tiempo para descansar.
-
Se facilita la logística para fotos, vídeos, maquillaje y preparativos.
El segundo día: una gran celebración
Tras la emoción de la ceremonia, el segundo día llega como una gran recompensa. Es entonces cuando podéis vestiros con vuestro traje y vestido de novios, dejar atrás los nervios y dedicaros a lo que más apetece: celebrar un banquete y una fiesta.
Los novios suelen estar mucho más relajados, lo que se nota en cada sonrisa, en cada brindis y en la propia interacción con los invitados. El banquete se convierte en una experiencia que no se vive con prisas, sino con el tiempo y el ánimo necesario para saborearla de principio a fin.
Además, al ser un día exclusivamente dedicado a la celebración, hay margen para añadir más sorpresas para los invitados, actuaciones, photocall, o cualquier idea original que queráis incluir sin tener que encajarlo todo a contrarreloj.
¿Y qué pasa con los invitados?
Puede que algunos no puedan asistir a los dos días, y eso también es parte de la flexibilidad de esta opción. La organización puede adaptarse para que cada persona acuda al momento que más le convenga, sin restar valor a lo vivido. En estos casos, lo más habitual es invitar a la familia más cercana a la ceremonia y ampliar la lista de invitados para el banquete. Otras veces, se hace todo con los mismos asistentes, pero con ese día extra de margen que tanto se agradece.
También podéis crear pequeños gestos para hacer partícipe a todo el mundo: desde vídeos recopilatorios hasta tarjetas personalizadas de agradecimiento, pasando por álbumes colaborativos de fotos o recuerdos digitales.
¿Y si lo celebráis en Restaurante Montecristo?
En Montecristo sabemos bien lo importante que es que cada pareja celebre su boda a su manera. Por eso, si os gusta esta idea, os ayudaremos a organizar una boda en dos días que encaje exactamente con lo que imagináis. Podemos adaptar nuestros jardines de boda exteriores para la ceremonia, preparar un banquete al día siguiente y cuidar todos los detalles entre ambos momentos.
Lo importante es que os sintáis acompañados y en confianza, porque solo celebraréis una gran boda una vez en la vida.
Razones para plantearse una boda en dos días
-
Podéis vivir una ceremonia más íntima y personal.
-
Gozáis de más libertad para calcular el estilo y ritmo de cada jornada.
-
Os permite dedicar más atención a cada invitado.
-
Se reducen los nervios.
-
Convertís un día inolvidable… en dos.
¿Queréis conocer ejemplos reales de bodas celebradas así en Restaurante Montecristo?
Venid a vernos y os lo contamos con calma, entre jardines, ideas y mucha ilusión 👰🏽♀️🤵🏻♂️

Restaurante especializado en la celebración de bodas y otros eventos en San Pedro (Albacete). Contamos con salones, jardines y discotecas para hacer de tu boda un día mágico y especial.